No podemos hoy abstraer nuestra reflexión sobre la arquitectura y la ciudad de la globalidad «medio ambiente», donde lo construido y lo habitable se expande con gran velocidad como una mancha contaminante efectuando su modificación constante.
Se distinguía antes la ciudad como artificio humano con sus fronteras de lo natural: la muralla, el río, la topografía limitaban y determinaban las construcciones de los colectivos humanos. Las construcciones del hábitat se determinaban por la materia prima, el clima, el lugar, las actividades. La determinación del medio ambiente ha sido definitiva en el principio de toda civilización y el ingenio humano se ha ejercido en la dominación de la naturaleza a través del tiempo con el desarrollo de la técnica. Con la técnica el hombre ha llegado a dominar y subordinar la naturaleza. Llegando así al punto crítico donde el futuro y la naturaleza dependan del control de la contaminación que produce la industria, del consumo de energías contaminantes en las grandes concentraciones urbanas, del consumo y destrucción en definitiva de los recursos natural es y del control sobre las alteraciones geomórficas producidas con la intervención
técnica.
Cabe interrogarse: ¿Cómo el desarrollo tecnocientífico, la progresiva conversión del medio natural en medio urbano, la separación del hombre del medio natural han modificado las conductas o roles sociales? Generalmente, cuando más avanzada la civilización de una sociedad, más tecnocrática, más diferenciada y segregada se torna. El impacto del capitalismo moderno, el consumo y sobre todo la tecnología de la información han afectado los equilibrios de la especie incidiendo directamente sobre la transformación de las conciencias y creando la situación problemática donde se enmarca un conflicto entre los géneros por el dominio del espacio identificado con el poder.
ISSN: 1134-3672
Formato: 17cmx23cm
Páginas: 148
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